ACTUACIONES EN ESPACIOS PUBLICOS
Y TRAZAS HISTORICAS
Plan de revitalización  de
ARANJUEZ  
Presentado en mayo de 1991
 


Fase II: adecuación del Puente de Barcas.
(Tridente Oriental)
 
Esta fase comprende la remodelación del entorno del Puente de Barcas, en el lado Sur del río Tajo.
 
En esta zona se inicia el Tridente Oriental, focalizado en el Palacio, a partir del cual se extiende la retícula urbana de la ciudad. La primera de las calles del tridente es la calle de la Reina (trazada en 1564) y las dos siguientes son la del Príncipe y la de las Infantas. Estas calles fueron diseñadas de forma similar, con calzada central y amplios paseos peatonales laterales bordeados de doble hilera de árboles.
 
El espacio central, donde accede el Puente de Barcas, se concibió como plaza abierta para percibir las perspectivas de las calles radiales arboladas del tridente, que comenzaban con un arco de arbolado frente al cierre de los Jardines del Parterre.
 
El paso de la carretera de Andalucía modificó esta ordenación, alterando también las cotas del suelo lo que provocó que la entrada a los Jardines del Parterre quedara a un nivel más bajo. La plaza abierta que separaba estos jardines de las calles del Tridente, se conformó en una isleta de tráfico en cuyo centro se colocó la Oficina de Turismo, tapando las vistas perspectivas.
 
Los paseos peatonales de las calles del Tridente se ocuparon parcialmente por edificios fuera de las alineaciones originales (en los primeros tramos) y por kioscos y casetas turísticas que se acumulaban, sobre todo, en el frente del Jardín de Isabel II.
 

La actuación prevista en esta zona, propone la reposición de la configuración histórica, recuperando la perspectiva del Tridente.
 
La plaza central se vuelve a configurar como espacio abierto, marcando la ordenación axial del conjunto mediante dibujos del pavimento y la colocación del mobiliario urbano. Se repone el arco de arbolado que conecta las calles del Tridente, por delante de las manzanas existentes. Las tres calles recuperan en lo posible sus características originales, dentro de los límites de la propiedad pública existente.
 
Los kioscos y la Oficina de Turismo se trasladan al pabellón comercial previsto en la cercana calle de la Gobernación y a la glorieta del Puente de Barcas. También se modifican las cotas del suelo, para disminuir el desnivel de la entrada a los Jardines del Parterre.
 
El tráfico bordea perimetralmente la actuación, con vías que pueden utilizarse en uno o dos sentidos según las exigencias de la ordenación general del tráfico de la ciudad.
 

La mayor parte de la superficie se pavimenta con adoquín  de piedra caliza que también cubre las vías de tráfico perimetrales. Las áreas peatonales se separan por pequeños desniveles y mojones de hierro fundido unidos por cadenas. Se esta manera se consigue una superficie general homogénea cuta parte central está prevista para poder situar terrazas al aire libre de los establecimientos contiguos.
El inicio de las calles del Tridente se urbaniza con materiales semejantes a los existentes. Se prolongan los jardines de vegetación y las aceras de los paseos peatonales, completando las hileras de arbolado con especies  similares a las existentes.
De una plaza Sin Nombre durante siglos a la
Plaza de Don Santiago Rusiñol
Pintor, poeta, novelista y dramaturgo
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